Meditación Ham Sah
MEDITACIÓN HAM SAH por Julián Peragón de la Escuela Yoga Síntesis
EXPLICACIÓN PREVIA:
En la mitología hindú Hamsa es un cisne (o ganso) blanco que transporta sobre su lomo al dios Brahma y a su consorte Saraswati. Dice la tradición que el ave puede separar la leche del agua cuando previamente están mezclados. Una imagen muy bonita para hablar del alma (de color blanco) que hace de mediadora entre la divinidad y el mundo, y que posee la cualidad del discernimiento que permite separar lo real de lo irreal.
Si descomponemos la palabra Hamsa nos encontramos en primer lugar con HAM que representa nuestra individualidad, nuestro yo, y en segundo lugar con SAH que habla de lo Absoluto que no se puede definir ni representar, pero sí lo podemos intuir en el fondo de nuestro corazón. De tal manera que la repetición de HAM SAH significa, Yo soy Eso (o aquello), en la comprensión de que cada uno de nosotros es mucho más allá de un carácter o personalidad, y alberga en su seno la misma chispa del espíritu.
Cuando nos interesa cambiar el énfasis para no dar protagonismo al Yo por encima de lo divino, Ham Sah se convierte en So Ham, Eso soy yo, y así coger el atajo de la humildad.
(Tres campanadas)
MEDITACIÓN
Como siempre te sientas cómodamente en tu cojín, taburete o silla, manteniendo la columna recta y flexible.
Es momento de hacer un gesto para la interiorización. Te recomiendo espirar llevando las palmas de las manos y la mirada hacia el suelo, y al inspirar dibujar un círculo por los costados para llevar las manos y también la mirada hacia el cielo. Al volver a espirar llevamos las manos hacia el centro del pecho, con la cabeza en la horizontal. El círculo representa la línea de nuestra vida donde se inscriben nuestras experiencias placenteras, dolorosas o neutras, es decir, en ese círculo están las circunstancias que vivimos. Al bajar al pecho con las manos, estamos yendo al centro del círculo, al punto central de la rueda de la vida que permanece en quietud. Y, de esta manera, representamos lo que es la meditación, un salir del círculo agotador de nuestras experiencias y buscar un centro dónde comprender el sentido profundo de todo eso que vivimos. Un centro donde encontrar calma y conseguir claridad.
Una vez estás en la postura estable, abres la sensibilidad de todo tu cuerpo. Poco a poco nuestro cuerpo se convierte en un aliado que te protege y te enseña a vivir en el presente a través del caleidoscopio de las sensaciones que te provee. Tienes la capacidad de soltar los puntos de tensión a través de tu respiración y de tu capacidad de abandono.
La atención en la respiración te ayuda a situarte en un ritmo vital más íntimo y tranquilo. Poco a poco tu mente va entrando en calma. Al inhalar conectas con la energía vital, y al exhalar puedes vaciarte de la tensión articular, muscular, emocional y mental.
(Una campanada)
Ahora vas a repetir durante toda la meditación el mantra HAM SAH. La técnica es sencilla:
Al inspirar llevas tu atención al centro del pecho en Anahata, al espirar diriges tu concentración a Sahasrara, más allá de la cabeza.
Cuando te señalas golpeas dulcemente el pecho porque en Anahata permanece el asiento de tu yo, mientras que Sahasrara es la puerta que te comunica con lo infinito y eterno donde reside el Absoluto que lo interpenetra todo. De tal manera que al inspirar vas de Sahasrara a Anahata y permaneces unos segundos en retención con pulmones llenos, y al espirar vas de Anahata a Sahasrara y también te quedas unos segundos en vacío respiratorio.
(Una campanada)
Inspira y llevas el aire-energía de lo alto de la cabeza al centro del pecho y repites mentalmente HAM. Al espirar llevas ese aire-energía del centro del pecho a la parte que está más allá de cráneo y repites SAH
Inspira al pecho, HAM y siéntete a ti mismo, a ti misma.
Espira en lo alto de la cabeza y conecta con lo Absoluto, SAH.
Inspira HAM, espira SAH
Inspira hacia dentro de ti, HAM, espira hacia arriba, más allá de tu cabeza, SAH.
Inspira HAM, espira SAH
Inspira HAM en Anahata y al espirar en Sahasrara, repites SAH permitiendo disolver tu miedo.
Inspira HAM, espira SAH
Inspira HAM y siente tu Yo en el pecho y al espirar SAH y conectas con esa infinitud que sientes.
Inspira HAM, espira SAH
Inspira HAM y desde tu Yo al espirar repites SAH y diluyes tu orgullo.
Inspira HAM, espira SAH
Inspira HAM y al espirar SAH y te abres a lo eterno que está en ti.
Inspira HAM, espira SAH,
HAM SAH Yo soy Eso,
SO HAM Eso soy Yo.
Soy consciencia, soy plenitud, soy apertura, soy dicha, soy lo que está antes de concebirme y lo que está después de abandonar este cuerpo y soy luz, soy amor. Nada puede dañarme porque no estoy separado de nada ni de nadie.
(Una campanada)
Mantente en silencio toda la meditación y luego, cuando acabes, respira profundamente. Lleva tus manos al pecho y haz un gesto de agradecimiento. Empieza a mover y a compensar tu cuerpo. Y tranquilamente vuelve a tu realidad cotidiana. Quédate en paz. Recuerda siempre lo que eres.
Gracias por compartir estas meditaciones. Om Shanti
fotografía por zoltan-tasi (unsplash)